Caracas ganó el bonito

Valencia, enero 29 (Jorge Seba).- No hubo Pablo Sandoval que valga. Leones del Caracas conquistó ayer el decimoséptimo título de su historia, luego de derrotar a Magallanes 7-2 en el séptimo juego de la final, con todo y que los navieros contaron con Kung Fu Panda; quien había llegado un par de horas antes del encuentro al estadio José Bernardo Pérez, directo desde San Francisco y en helicóptero (una entrada muy al estilo de Hollywood).

La algarabía y emoción de los fanáticos por la presencia del porteño no duró mucho gracias a la labor de Jason Standridge, abridor de los capitalinos, quien se creció en "el bonito" con seis entradas completas de trabajo, en las que limitó a los "eléctricos" a dos carreras (una limpia).

De esta manera, Caracas se sacó la espinita que tenía por haber caído ante sus "eternos rivales" un par de veces en finales (1993-94 y 1996-97).

Gregor Blanco y Carlos Maldonado volvieron a ser las figuras en la toletería melenuda. El primer bate capitalino comenzó el primer inning con cuadrangular solitario ante los envíos de Jim Brower, abridor de los locales, mientras que Maldonado golpeó de 5-4 con el madero, par de remolcadas y dos anotadas.

En total le hicieron cuatro rayitas a Brower en ese primer capítulo, dos de ellas sucias gracias costosísimos errores del campocorto Andrés Eloy Blanco (se incorporó al Magallanes tras un mes de ausencia e inactividad) y el intermedista Reegie Corona; respectivamente. El rally, a la postre, fue suficiente para sentenciar el encuentro y dar paso a la celebración de Caracas.

En la apertura del octavo inning, Leones agregó otra que llegó en las piernas de Maldonado con imparable de Jackson Melián ante el relevista Jean Machí. En el noveno, fue cuando se despegaron en el marcador con dos rayitas extras, que remolcó Maldonado con largo doblete entre right y centerfield.

Magallanes produjo sus carreras en el cierre del segundo, una la fletó Yurendel De Caster con imparable (la anotó Alex Escobar) y la otra llegó en las piernas del mismo De Caster con error defensivo del jardinero izquierdo René Reyes.

Brower se llevó la derrota al permitir ocho imparables y cuatro rayitas (dos limpias) en 4.2 entradas y luego dio paso al cubano Raúl Valdés, quien se lució una vez más (2.1 innings en blanco) y se perfilaba como el Jugador Más Valioso de la serie si Magallanes hubiese conquistado la corona. Valdés, en la final, laboró 14.1 episodios en blanco y sumó dos triunfos (en el primero y el quinto juego, respectivamente).



Otro apagón

La celebración melenuda tuvo que esperar alrededor de 17 minutos debido a un apagón en el estadio, que trajo penumbra por segundo juego corrido a la serie por el campeonato. De nuevo fue antes de comenzar el cierre del noveno inning, pero esta vez fue el José Bernardo Pérez en su totalidad y no sólo las cuatro torres de los jardines, como sucedió en el sexto desafío.

Magallanes no pudo utilizar tampoco al grandeliga Carlos Guillén, disponible en la banca. En realidad no llegó el chance para que el pelotero aragöeño se estrenara en la temporada 2009-10.